El ejercicio de una profesión es siempre de carácter social de hecho, las profesiones han nacido y se han desarrollado como respuesta a necesidades de las comunidades, no de las personas consideradas individualmente y por ello, una de las funciones de cualquiera profesión es contribuir al bien común, sin que deje de proveer el necesario beneficio personal del profesional. Servir a los demás requiere utilizar los mejores esfuerzos del profesional, como un deber personal e inherente a su misma condición de profesional. Lo anterior implica que el profesional debe sentirse útil a los demás.
Extraido: Contenidos Unidad2
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